Os vamos a contar la historia de IKA, otro ejemplo de que la crueldad humana no tiene límites.
Esta pequeña llevaba un tiempo en la calle. Unos chicos, trabajadores de una nave, le daban de comer y la cuidaban.
El problema vino un día cuando un coche le dio un golpe. La pobre, desorientada, llegó tambaleándose a una finca, en la que un bestia (no tiene otro calificativo) la remató dándole un palazo en la cabeza.
El chico que la cuidaba la socorrió y la trajo hasta nosotros. Fue entonces cuando comprobamos que, en uno de esos golpes. IKA había perdido un ojito.
A pesar de todo, es una perriña cariñosa, dulce, a la que le encanta jugar con cualquiera que le muestre un poco de cariño.
Ahora está a tratamiento y vigilada por nuestra veterinaria.
Esta pequeña llevaba un tiempo en la calle. Unos chicos, trabajadores de una nave, le daban de comer y la cuidaban.
El problema vino un día cuando un coche le dio un golpe. La pobre, desorientada, llegó tambaleándose a una finca, en la que un bestia (no tiene otro calificativo) la remató dándole un palazo en la cabeza.
El chico que la cuidaba la socorrió y la trajo hasta nosotros. Fue entonces cuando comprobamos que, en uno de esos golpes. IKA había perdido un ojito.
A pesar de todo, es una perriña cariñosa, dulce, a la que le encanta jugar con cualquiera que le muestre un poco de cariño.
Ahora está a tratamiento y vigilada por nuestra veterinaria.
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Protectora de Animales
Os Palleiros, Pontevedra
Teléfono: 657
02 38 31
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