Se encontraba junto a un desvío de la autovía, sin poder moverse debido a la gran herida de una de sus patas traseras. Pasó por el hospital veterinario y se la amputaron. Intenta rehacer su vida y lo está consiguiendo. Es feliz, juega y se divierte como cualquier otro perrito. Es muy cariñoso y se lleva bien con otros perritos con los que convive en el refugio. Buscamos una adopción para Robin, donde pueda ser completamente feliz.
El buenazo de Robin (2011) sigue en la protectora. Después de la amputación de su pata derecha trasera y de su acogimiento, ahora está con sus compañeros y es capaz de llevar una vida totalmente normal. Es muy sumiso y obediente. No tiene problemas con ningún otro perrito y a pesar de todo lo vivido, es alegre. Pero no es el sitio adecuado; después de tanta lucha, merece un hogar para vivir.
Contacto: aprendaquererlos@gmail.com
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